viernes, 18 de agosto de 2017

los primeros años.

El Hijo de la luz. El 10 de mayo de 1889, en la Quinta San José de la parroquia Santa Rosalía de Caracas, Julio y Dolores reciben la llegada de su primogénito Armando Julio Reveron Travieso. Las primeras letras las toma el retraído niño en el colegio de los Salesianos en 1895. En 1896 al declararse el padre en bancarrota y posteriormente fallecer, su madre que proviene de la clase alta de valencia, habla con el matrimonio amigo Rodríguez Zocca, para que reciban al niño y continúen su crianza y formación. Es así como Armando toma sus pertenecías donde están un juego de lápices y unos cuadernos de dibujo que le regalo su tío Ricardo Montilla, y se monta en el vagón del tren alemán en la terminal cercana a Miraflores, bajándose en la estación “la cabrera”. Reveron es inscrito en el Colegio Cajigal, a donde se dirige todas las mañanas de la mano de Josefina, la hija de la Familia Rodríguez. Comienza a realizar bocetos de las pinturas que adornan la mansión. En 1898, visita el estudio del padre de Arturo Michelena, quien le despierta la curiosidad por estudiar a los clásicos pintores europeos.

lunes, 20 de abril de 2015

La llegada de Armando

Armando Julio Reverón Travieso llego a la Quinta San José de la parroquia Santa Rosalía un 10 de Mayo de 1889. Sus Padres Julio y Dolores, le inician en la fe cristiana y es inscrito para cursar primaria en la escuela Salesiana. Las penurias económicas obligan a esta grupo familiar venido a menos, a contactar a los adinerados Rodríguez Zocca de Valencia, quienes lo aceptan e incorporan como un miembro mas, junto con su hermosa hija Josefina. Un primo llegado de Nueva York le enseña las primeras técnicas de dibujo, dedicándose Armando a copiar los cuadros religiosos y los bodegones colgados en las paredes de la casa. A los 13 años padece de fiebre tifoidea y es cuidado como un ángel de la guarda por su cercana mediohermana. Al recuperarse, la Familia Rodríguez, promueve su retorno a Caracas a la casa paterna, ante el temor de un potencial idilio entre los jóvenes. Con la ayuda de la abuela paterna se inscribe a los 18años en la escuela de Bellas Artes, de donde egresa en 1911 con un sobresaliente por su obra "fantasía del mercado de Caracas"